- Para empezar la entrevista, me gustaría que fueras tú mismo quién te presentarás a los lectores de ESMATER, Iván.
Soy mal vendedor, la verdad jeje
Soy de Barcelona, aunque ahora vivo en un pueblo costero de Tarragona. Me
diplomé en Criminología, especializándome en Anatomía Patológica, entomología
forense y psicología conductual, y dentro de este campo he trabajado principalmente
como Técnico especialista en Patología Forense. Me encanta el cine,
especialmente el de terror, y me enganché a éste a los nueve años gracias a dos
factores: “Pesadilla en Elm Street” y a mi hermano. Casualmente, con esa edad
escribí mi primer relato, y desde entonces he continuado, publicando varios
relatos y tres novelas, todo (o casi todo) de terror. Me gustan los cómics, la
comida japonesa, leer con un buen vino, coleccionar rarezas (como fotografía
post mortem del XIX) y estilográficas, los animales,… No sé qué más contarte J
1 - ¿Cómo describirías la influencia que tu condición de criminólogo ha
tenido en tu faceta de escritor de terror?
La verdad es que no me ha
influenciado para escribir terror. Esta afición viene de mucho antes, de cuando
era niño. La auténtica fuente proviene del cine y de la literatura. La
criminología me sirve más para evitar ciertos errores.
2 - Si tuviéramos que describir el modus operandi de Iván Mourin a
la hora de escribir una novela, ¿qué fases deberíamos considerar?
Primero, viene una fase de
documentación. Me puedo tirar perfectamente dos o tres meses visitando lugares,
viendo documentales, leyendo artículos y tratados, o haciendo experimentos. No
suelo hacer muchos esquemas sobre la narración, aunque sí fichas de los
personajes, planos, dibujos… Tengo la historia bien hilada en la cabeza, y,
aunque pueden añadirse o eliminarse cosas durante la escritura, lo que tengo
bien claro es el final. Después, escojo una libreta y escribo la novela a mano,
con estilográfica. La primera revisión llega cuando la paso al ordenador, y
luego vienen más revisiones (cosa que detesto, porque es muy aburrido).
3 - Hemos descubierto gracias a tu web [ivanmourin.wordpress.com]
que ostentas distintos apodos “El Dragón”, “El charcutero”, “El fabricante de
cenizas”… ¿podrías explicarnos de dónde proceden?
En el caso del primero y el
tercero, porque en la gran mayoría de mis escritos aparecen dragones (no en
sentido mitológico) o ceniza, de diferente manera. Pero el de “El charcutero”
me lo pusieron porque la gente no puede resistirse a hacer ciertas preguntas
morbosas relacionadas con el área forense, y no me corto al responder,
explicando todo con pelos y señales, y , a partir de una anécdota que me
sucedió en una ocasión en una mesa de disección, me lo pusieron.
4 - Desde la publicación de Niños perdidos (Nuevos Autores, 2005),
pasando por Sociedad Tepes (Atlantis, 2009) a Resurrección. Crónicas del Caído
(Ilarión, 2011) se observa una verdadera evolución, ¿crees que es cierta
observación?
Siempre he pensado que son los
lectores los que deben percibir si realmente hay una evolución. Con los que he
podido hablar, o que me han escrito, dicen que sí, así que va a ser cierto que,
poco a poco, voy mejorando, y espero que la cosa siga así.
5 - ¿Cómo ha sido trabajar con un agente literario? ¿Crees que es
una figura a tener en cuenta por los autores de literatura de género?
Sin duda, sí. Piensa que el
agente es el enlace directo a los editores, haciendo de primer filtro. Sin esta
figura, la gran mayoría de autores lo tendríamos muy crudo, con todos los
manuscritos que llegan diariamente a las editoriales, muchos de autores
reconocidos, por lo que sería muy difícil que se fijaran en nosotros. La verdad
es que tengo una buena agente, con la que puedo hablar de cualquier cosa, tanto
si tengo alguna duda como si se me ocurre una idea.
6 - En tus novelas la crudeza
con la que relatas los hechos más escabrosos acaba por devorar al lector, ¿qué
pesa más a la hora de escribirlas: tus estudios de criminología, tus lecturas o
tu propia imaginación?
Es una mezcla de las tres, pero
destaca más mi propia imaginación. Mis conocimientos me sirven principalmente
para saber cómo y en qué estados se encuentran algunos cadáveres, cómo son y
cómo provocar ciertas lesiones… pero poco más. Todo es fruto de mi mente
retorcida J
7 - En dos de tus novelas tratas, de una manera u otra, la figura
del vampiro, ¿qué opinión te merece la humanización que ha sufrido este
monstruo en los últimos años?
Respeto a los autores que han
decidido darle este punto de vista, pero sigo prefiriendo al vampiro cruel,
sanguinario, depredador. Es un ser que, ya en las leyendas, se creó para dar
miedo, y es el que muchos aficionados queremos seguir viendo.
8 - ¿Podrías adelantarnos en qué estás trabajando ahora mismo?
¿Podemos esperar la publicación de la segunda parte de las Crónicas del Caído?
No suelo hablar mucho de lo que
estoy haciendo hasta que tengo algo firmado (una de mis muchas manías), pero
puedo contar que estoy escribiendo una novela policíaca y una de terror.
Respecto a la segunda parte de las Crónicas, todo dependerá de cómo funcione la
primera. Cruzo los dedos para que vaya bien.
9 - ¿Existe alguna posibilidad de ver reeditada –aunque sea en
formato digital- tu primera novela, Niños perdidos?
Buffff… De momento, no lo creo.
Me gustaría que algún día se reeditara (habría que retocar mucha cosa), pero no
es algo que quede próximo.
10 - Por cierto, ya que hablamos de nuevos formatos, ¿sueles leer
en formato digital? ¿Por qué crees que no acaba de despegar el fenómeno en
nuesto país?
Por los precios.
Independientemente del precio de los dispositivos (que ya no es una escusa,
porque puedes leer desde el móvil, entre otros aparatejos), se siguen
comercializando libros electrónicos que, por dos euros más, los tienes en
papel. Aunque hay sellos, como Scyla, que están publicando a unos precios
magníficos que el lector está dispuesto a pagar. Después nos encontramos con la
presentación de algunos títulos, que no son nada atractivos. Opino que hay que
hacer como con los DVD y los Bluray, añadir extras, como, por ejemplo, ofrece
“Ipoe”, que es una antología de relatos de Poe interactivos, con banda sonora,
objetos que se mueven durante la narración… Eso lo pago encantado.
11 - ¿Qué opinas de la salud de la literatura de terror escrita en
España?
Estamos en una buena época, con
buenos autores, buenas historias y mejores lectores. Especialmente resalto lo
de los lectores porque cada vez apuestan más por lo nacional. Hubo un auge con
la temática zombi que hizo que resaltara el género, pero se ha demostrado que
en otras temáticas, dentro del terror, se sigue ofreciendo novelas y relatos de
escritores españoles geniales. Y lo mejor es que comienzan a haber editoriales
extranjeras que se están dando cuenta.
12 - Desde la óptica de lector especialista en criminología,
¿cuáles son los errores más típicos que sueles encontrar en las novelas de los
escritores de género que no tienen estos conocimientos profesionales?
La metodología de investigación
(especialmente, quién lleva los casos) y temas de patología forense. El
principal error es confiar ciegamente en series como CSI o Bones, y plasmar las
cosas sin contrastar si lo que están escribiendo es verosímil o no.
13 - No sé si conoces la obra de Marc Pastor, otro escritor y
criminólogo como tú. ¿Qué opinión te merece su obra?
Personalmente, no, aunque el
otro día, por escasos minutos, no llegué a conocerlo, pero sí que he leído “La
mala mujer”, y me gustó mucho, porque la historia de Enriqueta Martí la conozco
muy bien. Es de esa clase de monstruos que siempre hemos pensado que son
imaginarios, pero que han sido reales, y que bien podría ser la vecina que te
hace galletas.
14 - Hemos leído que crees que el horror habita en lo cotidiano,
¿por qué crees que los lectores seguimos encontrando placer en los relatos de
terror?
Creo que precisamente por eso,
por lo cercano que
nos parecen algunos miedos, algunas situaciones, y a la vez la lejanía que
percibimos, al sentirnos con la seguridad de que no nos está pasando a
nosotros. Sin contar el morbo que despiertan ciertas historias.
15 - ¿Crees que el terror literario o fílmico ejercen una función
catártica en el público o es simplemente una forma de ocio más?
Diría que es ambas cosas: una
muy buena forma de ocio y una terapia cojonuda. Por ejemplo, no hay nada mejor
para evadirte de un mal día que ver, o leer, terror, o una comedia. Sirve para
liberar tensiones; por eso el terror (ficticio, obviamente) te deja tan bien.
Es como a la hora de escribir. Personalmente, es una terapia maravillosa con la
que puedes despacharte a gusto cuando estás cabreado jeje
16 - ¿Qué le aconsejarías a un escritor que esté pensando en
iniciar su carrera en el mundo de la literatura de terror?
Como decía antes, no es una mala
época para el terror en nuestro país, y eso hay que aprovecharlo. Encontrará a
gente que le dirá barbaridades del tipo “el terror es para mindundis”, pero hay
que hacer oídos sordos, porque, por suerte, goza de un gran número de lectores
que saben apreciar mucho mejor el trabajo de los escritores, lo que cuesta
conseguir un lugar en el mercado. Eso sí: que no lo haga por “modas” o por
tantear el terreno, como hacen algunos autores, porque se nota a quién le gusta
el género o si sólo es un mero experimento.
17 - Por último, ¿podrías aconsejar a nuestros lectores alguna
obra española de terror que te haya enganchado especialmente?
“Los caminantes”, de Carlos
Sisí. Era un libro que tenía pendiente desde hacía un tiempo, y comencé a
leerlo el pasado Sant Jordi. Aprovechando que estuve con Carlos y me lo dedicó,
al coger el metro lo abrí y me quedé enganchado. Una historia muy buena y muy
bien relatada.
Muchas gracias, Iván. Desde ESMATER te deseamos la mejor de las suertes en todos tus proyectos.
Gracias a vosotros, y la misma
suerte os deseo, multiplicada por tres.
Jordi Llavoré
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